Corazón de barro somos.
Cuando empieza a endurecerse, lágrimas bastan para volver a moldearlo.
Si no, se hace piedra y hay que molerlo a golpes; Y si no, se hace hierro y habrá que derretirlo con fuego.
Si no se toman medidas...ya nada entra ni sale, se endurece hasta el núcleo y muere.
Y si se llora demasiado el barro pierde la forma y se deshace.
Aguado y sin consistencia, lodo desechable se vuelve.
1 comentario:
Vaya, que filosofica publicacion, pero por demas, cierta.
Que mas se puede decir sin entrar en detalles personales que terminan aburriendo?
Bueno, lo que si puedo decir es que me ha gustado mucho...
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