jueves, 10 de mayo de 2012

Let it be...


Let it be siempre me hará llorar...El martes tuve la oportunidad de asistir al concierto de Paul Mcartney. Muy bueno; me gusta mucho por que me transporta a una época donde, quieran que no, los buenos hippies llegaron a consolidar por unos segundos, una utopía. Después le entraron mas duro (leve estaba bien) a la droga y al libertinaje y todos sabemos como acabó eso.

Además para mí los Beatles, a pesar de que mi madre y mi padre son o fueron fan en sus tiempos (mi mamá me cantaba Octopus Garden y siempr epensé que era una canción para niños) para mí el descubrimiento de la banda como banda de verdad, es reciente. Y me impresiona que sea tan trascendental, que sea tan independiente de las generaciones y que no importa cuanto tiempo pase, chicos y grandes lo disfruten. Me causa extrañeza que haya quien los deteste, pero bueno hay de todo.
El punto es que me tocó escuchar esta rola: “Give Peace a chance”  y me imaginé aquellos días de la guerra de Vietnam y si hubiera estado allí hubiera tomado esa canción como un himno (seguro que para algunos lo es).  Lejos de que la canción toque un tema muy poderoso, me gusta observar (y sentir) en los conciertos esa fuerza invisible colectiva. Se siente muy loco: miles de personas cantando al unísono…no por la vibración de la voz (que seguro tmb tiene que ver) si no por que (no estoy drogada) de las voces y del interior de las personas que se encuentran en el lugar entonando la misma canción -casi emanando los mismo sentimientos- se yergue sobre ellos un enorme ente. Un ente que se vuelve todos en uno y que si quisiéramos quizá hasta podríamos materializarlo ( bueno a lo mejor algo tenía el café).

Y me dí cuenta que lo hemos estado haciendo mal.  Las revoluciones deberían empezar si bien con un cambio interno, el trigger debería ser la música. Se ríen no? O dicen : “Qué?”. El año pasado también tuve la oportunidad de asistir al festival de Blues que hubo en la condesa y tuve la misma idea. A un concierto asisten personas (en su mayoría) con por lo menos 2 intereses en común: La música y lo que la banda representa/comunica.  Por lo tanto la manera mas fácil de hacer pensar y reflexionar  a las personas es LA MÚSICA. De aquí la importancia a su vez de la cultura. Ésta, es obvio que sensibiliza, pero une mas de lo que uno se pueda imaginar. En estos tiempos de tanto individualismo parece que la única ocasión de presenciar este “fenómeno” es en un concierto, por que si somos sinceros en un mítin existen muchos intereses por lo que a pesar de ir marchando al mismo lugar no logra consolidarse en una sola fuerza.
La música es completa, trae literatura (las letras), imágenes (en mi cabeza siempre corre una película de mi creación cuando escucho una buena rola) y apela a los sentimientos. Es una de las armas mas poderosas y creo que en estos tiempos se usa para mal y cuando no, es a veces desperdiciada. Imaginen una banda que tenga como prioridad defender la verdad, crear conciencia y así…siento que ya no hay bandas así…y hacen falta, mucha falta…

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