martes, 22 de julio de 2014

No leo poesía

No leo poesía. Sin embargo mi tren de pensamiento pocas veces hace uso de la prosa. Normalmente todo rima. Rimas por todos lados, ritmo al hablar, al caminar y en el resonar del pensamiento. Parece que mucho de esto se desata por culpa de la música. Del disfrutar la música. De venir en modo zombie en estos eternos traslados donde el único aire fresco que se obtiene se cuela por el pensamiento. El único aire fresco que en realidad es imaginario. 

Bueno el punto es que ayer  alguien en clase leyó varios fragmentos de poemas "folklóricos", citadinos... De barrio antiguo, muy parecido al cuadro diario de mi recorrido en esta ciudad -o así lo quiero ver yo-, hermosa ciudad. No pude sino volver a pensar en verso y no en prosa, como antes. 

Gusto de la analogía y la metáfora pero me da pereza entenderlas en la poesía. Tal vez sea envidia a los fantásticos poetas o simplemente antipatía. Dicen q a veces vemos en otros lo "malo" porq es un mero reflejo. 
Es impresionante como un estímulo aparentemente minúsculo funciona de avalancha en mi cabeza. Lo agradezco. Aun así tal vez nunca lea poesía ni la escriba, es el mero ritmo el que aplico.

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